Todos tenemos una historia que es única, no existen dos vidas iguales, así compartamos los mismos padres o contextos culturales y sociales. Esta historia nos muestra el camino y nos guía en los aprendizajes de nuestra vida. Cuando nos permitimos detenernos a observarla junto al acompañamiento de un terapeuta, podemos transformarla y reconstruirla en el momento presente. Al hacerlo, desarrollamos un cuento lleno de personajes (ogros, brujas, héroes, guerreras, entre otros) y un sin número de experiencias dignas de ser contadas. Si observamos, escribimos y analizamos estos cuentos propios, generamos una mirada nueva de lo que ha sido la historia de nuestra vida. Esto nos permitirá tomar cierta distancia y, a partir de ella, encontrar una fuente de conocimiento que nos ayude a superar nuestras dificultades, limitantes y bloqueos.
Dentro de los procesos de resiliencia, uno de los elementos más importantes para aprender a salir de los dramas o conflictos repetitivos, es el humor; el humor acompañado de la capacidad de observarnos y las técnicas de expresión. Éstas son herramientas que se aprenden a desarrollar para construir una nueva forma de hacer las cosas. La terapia Gestalt, el Reiki y la escritura (entre otras) son las herramientas terapéuticas que te invito a conocer para ir redescubriendo tu cuento y así puedas crear la fórmula que te permita transitar la vida de manera auténtica.
Las fórmulas mágicas existen en la medida en que cada ser humano las produce. Generalizar, enferma y daña la profundidad del hombre. Descubrirse, toma tiempo y presencia.
Paula Marcela Escobar Vélez.